Promeza de amor cumplida

ola.......... primero lo primero
SI NO LEISTE LA HISTORIA NO POSTEES
aqui una gran historia que escribi de un libro
comenteen esta xida y me costo escribirla
esta interesante


PROMESA DE AMOR CUMPLIDA
Este relato esta inspirado en hecho de la vida real , segùn lo cuentan las personas que lo vivieron allà por el año de 1930, interpretandolo las generaciones actuales como una leyenda de corte romàntico; lo cual no deja de guardar relaciòn con lo sobrenatural.

En Estaciòn San Juan habitaba una bella joven llamada Eduviges. la cual tenia un novio de nombre Manuel, bien intencionado, buen mozo y muy trabajador en las tareas de campo, Ambos se amaban con intensidad y su meta màs pròxima era contraer matrimonio.

Se veìan casi todas las tardes cuando èl regresaba de las agbiantes jornadas agrìcolas, el lugar de cita era el centro de la placita que hay en el poblado. Hacìan planes para el matrimonio, los dos deseaban que fuera lo mas pronto posible. Sin embargo las perspectivas no estaban dadas del todo para tan legìtimo deseo, pues con el salario de Manuel apenas si alcanzaba para cubrir las necesidades del hogar que compartìa con su madre viuda y dos hermanos menores de edad.

Una de las tantas tardes que ella lo esperaba en el lugar de costumbre, llegò con el rostro triste y le hace saber una decisiòn que ha tomado, como ùnico recurso para reunir en poco tiempo el dinero necesario para el matrimonio; se irìa por una temporada a trabajar a los Estados Unidos. Gruesas làgrimas rodaron por el rosado rostro de Eduviges ante la inusitada noticia. Más comprendiò que su amado tenìa razòn, porque con el bajo salario que percibìa, nunca reunirìa lo suficiente para llevarla de blanco al altar como èl lo querìa.

Llegò el dìa de la despedida. Los dos se juraron promesas de amor eterno. El le dijo que no tendrìa ojos para otra mujer que no fuera ella y que harìa lo posible para regresar pronto a fin de unirse en sagrado lazo del matrimonio.

Por su parte la joven prometiò esperarlo todo el tiemponecesario y que el dìa que llegara la encontarrìa como siempre en el mismo lugar y a la misma hora, pues todas las tardes estarìa enn espera de su regreso. Se despidieron con el corazòn hecho trizas. Manuel pasò dos años en aquellastierras extrañas, trabajando en ocasiones jornadas dobles y limitàndose en sus gastos lo màs posible, hasta que considerò que ya tenìa lo suficiente para construir una casita, amueblarla y contraer matrimonio.

Con la desesperaciòn propia de un enamorado que anhela estar cuanto antes con la mujer que ama, emprendiò el viaje de regreso. Al llegar a Cadereyta por la tarde, tomò un auto de alquiler para que lo condujera hasta San Juan, pues la hora en que Eduviges podìa estar esperàndole estaba muy cerca.

Efectivamente, la amada ahì estaba esperàndole tal y como se lo habìa prometido, Tenìa el pelo suelto y una tùnica blanca cubrìa su cuerpo. La notò un poco pàlida y algo frìa, pero eso no le restaba la belleza, No hubo palabras entre ellos, se fundieron en un prolongado abrazo hasta que el claxon del auti de alquiler lo volviò a la realidad; apartàndose un poco de ella, le pidiò que lo esperara un momento mientras se dirigìa al conductor del automòvil. al volver,ella ya no estaba, creyò que jugaba, la busco detràs de los àrboles, la llamò pero no obtuvo respuesta.

Cruzò la calle para dirigirse a la casa de su novia llamò a la puerta y saliò el padre invitàndolea pasar. Ya en el interior los padres de la muchacha le contaron que hacìa siete dìas que Eduviges habìa muerto vìctima de una fiebre palùdica y que su ùltima palabra pronunciada habìa sido el nombre de él. Manuel nada dijo de lo que habìa sucedido momentos antes hasta muchos dìas despuès, Al llegar a su casa y verlo su madre comprtendiò que ya sabìa la triste noticia.

Por muchos dìas el joven acudiò tarde a tarde al centro de la plaza del pequeño poblado donde se veìa con la amada. Al lugar donde vio por ùltima vez y donde la vio por ùltima vez y donde le habìa prometido esperarlo. promesasque cumpliò al venirdel màs allà.

A partir de entonces Manuel ya no fue el mismo joven alegre y soñador que habìa conocido la gente; ya la vida no tenìa importancia para èl. Poco a poco se fue descuidando en su persona, mal se alimentaba y mal dormìa, por las noches se le oìa llorar, el consuelo de la madre no era suficiente para calmar su pena.

Cierta tarde, en el lugar donde tenìa por costumbre encontarse con Eduviges. fue hallado sin vida. Muriò de amor, decìa la gente. O tal vez su amada vino por èl.


salu2